TICs y Formación

Cada vez son más los museos y demás centros de divulgación científica que integran las tecnologías audiovisuales e interactivas en sus exposiciones. Pero no sólo se integran estas nuevas tecnologías en los clásicos museos físicos ya existentes, sino que ahora también se crean museos íntegramente virtuales, como es el caso del museo Berlanga.
La sociedad ha cambiado, hace un tiempo que nos encontramos sumergidos de lleno en la sociedad de la información y la comunicación. Para satisfacer la sed de conocimiento de los integrantes de esta nueva sociedad, los museos también necesitan adaptarse a este nuevo entorno. Cuando visitamos un museo ya no quedamos satisfechos con un cartel estático en la pared, actualmente demandamos un acceso más ágil, interactivo, visual y dinámico a las piezas expuestas.

“El visitante de museos hoy en día no quiere carteles estáticos. Necesita interactividad, movimiento e información visual”

Es ahí donde nace la sinergia entre la industria de los museos y la industria audiovisual. Mediante grandes pantallas sincronizadas, equipos de sonido envolvente, mesas interactivas multitáctil, proyecciones blending y displays… conseguimos envolver al espectador en una experiencia única que le permitirá recibir y digerir la información más fácilmente, además de adoptar un papel más participativo. Cosa que la empresa barcelonesa EIKONOS lleva años haciendo, habiéndose encargado de la puesta a punto de museos tan interactivos como el Museo del Barça, Museo del Real Madrid, Centro de Interpretación del Cava, Museo del Pósito, etcétera.

Museo del Barça

Museos audiovisuales e interactivos

Muchos han acuñado ya el término museografía audiovisual para referirse a este tipo exposiciones que exprimen todas las posibilidades del vídeo para la difusión del conocimiento, haciendo especial hincapié en el uso de piezas audiovisuales interactivas que fomenten la participación de la audiencia. Esta participación activa es la que realmente marca una diferencia en la historia de los museos, y según Winn (1993) puede clasificarse en 3 grupos:

• Participación selectiva: Cuando el espectador se limita a seleccionar un tema u objeto, interactividad limitada. Un ejemplo sería escoger en una pantalla táctil qué gol de Messi quieres visualizar.
• Participación transformativa: Cuando la interactividad es mayor, ya que además de escoger un tema u objeto podemos alterar la forma en la que lo visualizamos. En este caso, además de escoger el gol de Messi que queremos ver, con el movimiento de nuestros dedos sobre la pantalla podremos modificar el ángulo de visión por el que queremos presenciar el gol.
• Participación constructiva: Esta participación es la que ofrece un mayor grado de interactividad ya que el medio audiovisual nos permite además de las opciones anteriores, construir algo nuevo. Por ejemplo, si mediante una consola del estilo Wii podemos meter un gol virtual, registrarlo y añadirlo a la colección del museo estaríamos realizando una participación constructiva.

Tras analizar el tipo de instalaciones que un museo actual necesita, además del tipo de relaciones que puede establecer con sus visitantes, nos toca centrarnos en el contenido ¿De qué vamos a llenar todas esas pantallas y mesas interactivas de las que hablábamos? Evidentemente, de vídeos didácticos.

Estos vídeos nos facilitarán mapas conceptuales, índices, representaciones gráficas, guías de navegación y demás recursos que harán posible esta experiencia audiovisual. Consiste en traducir a lenguaje visual toda la información que hasta ahora se encontraba almacenada en carteles estáticos, discursos de guías o incluso grabaciones de audioguías. Por lo que además de aumentar la interactividad y participación del visitante, estaremos facilitando su acceso a la recepción y comprensión de la información ¿Y tú, qué experiencia tienes con los museos interactivos?